sábado, agosto 02, 2008

Concepción



La ciudad está distinta, la ciudad que sigue siendo del viento y de la lluvia, nunca fuimos ni yo muy parte de ella ni ella muy parte mía, solo teníamos el viento y la lluvia.
Quizás no ha cambiado tanto, aun está la Mireya que un dia afuera del correo ataca y al otro dice cosas hermosas si anda de buen ánimo.
La plaza se siente distinta, aunque tiene la misma fuente de siempre, claro que ahora la pintaron dorada y se ve feísima, en una esquina una pantalla gigante que no hace mas que consumir energía y en la otra está la mujer que teje, cada día teje que teje, ella se auto define como de "sangre alta" y tira piropos o coquetea con algún hombre que pasa por ahí.
La señalética es nueva, hay unas flechas altas que dicen:
Parque Ecuador
Plaza de armas
Tribunales

Y por fin terminaron de pavimentar San Martín en la diagonal.
Y aunque distinta está, esta ciudad sigue siendo gris.
Y yo estoy feliz, porque sé que estoy de paso.

7 comentarios:

noquieroserlaudes dijo...

He pensado también en la ciudad. A mí me gusta, le tengo cariño. Ciudad para ver llover, decía un profesor viejito que proponía reconstruir concepción con edificios de vidrio.
Me agrada la ciudad vacía y húmeda de los fines de semanas, la ciudad para correr y gritar y mojarse entera y estar tan contenta. La ciudad con los nombres de calles feos (algo así dijo Sergio Gómez, que se los cambia en sus novelas). Es verdad, concepción es gris y se afea con el tiempo. Debe ser que me encantan las cosas feas y que concepción no sé por qué me parece gracioso. Decía una profesora que, cuando llegó a concepción, sentía que los habitantes tenían una especie de musgo pegado al cuerpo. A veces cuando me muevo, me imagino sacudiendo el musgo que, con tantos años aquí, debo tener incorporado.

Abrazos

Rodrigo dijo...

a mi me parece que siempre estamos de paso, y que esa condición de temporalidad nos hace desprendernos o vivir intensamente aquello que transitamos...

Luego, la tempralidad no necesariamente se relaciona con lo breve...

cariños, cariños muchos...

c. dijo...

y a mí que me encanta Concepción (tengo como siete imágenes lindas que guardo para siempre)... y yo que soy tan mala para ir de paso... saludos y abrazo, c.

Anónimo dijo...

solo paso a decir que el dato de los chocolates estuvo de maravillas.. ya me siento mejor... creo que llore todo lo que debia...
cuidece

Juanjo Cosialls dijo...

la mayor contradicción es sentir que no pertenecemos a esa ciudad gris, chata y aburrida, esa ciudad que nos hizo ser lo que hoy somos, pero que sólo nos unen a ella lazos de sangre con alguien que todavía la habita, que lo que un dia nos hizo vivir, hoy nos es indiferente.... ¿será que tanto hemos cambiado?

Daniela dijo...

Lo más colorido de esa ciudad, y después de leerte, lo más real y honesto, lo autentico!!!, con toda esa fuerza, es la Mireya!!!. Amo a esa mujer, una vez me pidio plata, le dije, no tengo mireya, y ella abrio mi mano y puso 300 pesos, "toma, yo si tengo"......

Gracias, había olvidado a esa flor de colores en medio de esa ciudad gris.

Constanza Victoriano dijo...

Que ciertoo!! Es que a Conce le falta definir su rumbo.
Derrepente lo miro de lejos y se ve bonito, me acerco y no.
A todo esto.. Hace tiempo que no veo a la Mireya con su bolsita y sus perros.

Hermoso lo que escribiste!

Gracias por leerme niña! Se agradece infinto.


Besos!