El regalo perfecto para una flor marchita
La tejedora de sueños
Sabroso el día de la tejedora
Sobre la falda el velo
Y las amarras.
Claves en sol te gobiernan
y tres y cuatro tus puntadas.
Dos gotas de rocío en los ovillos
y la ciudad nerviosa te hace ruido.
Palillo, pluma, batuta
ligeras herramientas...
la noche aguanta
la noche espera
Por Nidia Jara
1 comentario:
Este poema es un juguete para el corazón niño de todo aquél niño-adulto que lo quiera bien recibir y festejar. Me encantó. Saltan las palabras como sapitos y dejan un gusto dulce en los ojos.
Gracias por tus generosas palabras.
Pronto vuelvo por aquí.
Un abrazo.
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